El día a día (sin pensarlo) te atrapa
Cuando empecé a gestionar equipos (y durante mucho tiempo) creía en algo.
Creía que cuanto más lleno estuviera mi calendario de visitas y formaciones, y cuanta más larga fuera mi lista de tareas, mejor estaba haciendo mi trabajo.
Hasta que me di cuenta.
Hacía sin parar, pero no analizaba.
No paraba a pensar qué cambios podía hacer para avanzar.
Cómo mejorar mi trabajo.
Si podía enfocar (o hacer) las cosas de otra manera.
Qué necesitaban mis equipos y cómo se lo podía dar yo.
Tampoco pensaba en el futuro.
Con solucionar lo urgente y subsistir en el día a día me daba por satisfecho.
Y por supuesto, ni me planteaba que debía dedicarle tiempo a implementar cambios, aunque a todos nos vendrían bien para mejorar.
Pero un día me di cuenta de lo equivocado que estaba.
Aunque no fue un día en concreto.
Fue algo progresivo que llevó mucho tiempo.
Y fue cuando dejé de pensar solo en mí y vi que de los demás se puede aprender mucho.
Entonces me dediqué a observar a los demás.
A ver todo lo que hacían, cómo lo hacían y todo lo que conseguían (o cómo fracasaban), a analizarlo y ha aprender de todo ello.
A todos nos llega (antes o después)
Ese momento en el que te das cuenta de que pasas todo el tiempo solucionando problemas.
Que no puedes seguir siempre así.
Y, si gestionas equipos, el solucionar es una parte de tu trabajo.
Pero no tiene que ser la única.
Y te diré más, no es ni la más importante.
Si eres Area Manager, Retail Manager o CEO tienes que saber que tu aporte de valor no está en solucionar todos los problemas que surjan.
Tu valor diferencial está en analizar qué está pasando, y plantearte qué va a pasar.
En saber cuáles son las necesidades de tus equipos y cubrirlas.
En decidir siguientes pasos.
En implementar cambios para que tu negocio mejore.
En definitiva, donde vas a aportar todo tu valor, donde eres realmente importante, es en analizar, desarrollar acciones y actuar.
Y el tiempo que pierdes en solucionar todos los problemas es tiempo que le quitas a lo importante.
La teoría siempre es bonita
No lo voy a negar, cuando leo cosas como las que acabo de escribir, pienso en que la teoría es muy bonita, pero que ponerlo en práctica es lo verdaderamente complicado.
Y pienso si valdría la pena.
Entiendo que tú también lo pienses.
Durante mucho tiempo creí que no tenía tiempo para cambios.
Y menos que requieran tanto tiempo.
Que eso de pararse y analizarse es complejo.
Pero si estás aquí es porque confías en lo que te cuento.
O eso espero.
Por eso te doy tres opciones, y tú decides qué hacer.
Te olvidas y sigues con tu día a día.
Te pones a ello y cambias.
Me contratas y empezamos a trabajar estos cambios juntos.
Analizaré cómo estáis trabajando.
Qué necesitas tú, tu equipo y tus tiendas.
Que necesitas para que cada persona de tu equipo aporte desde dónde le corresponde.
Le dedicaré tiempo para que tu hagas lo importante de tu puesto, tomar decisiones con esa información que te presente, para aportar valor y mejorar.
Si quieres que te cuente más de mi servicio de Consultoría, contéstame este email y hablamos.
Seguimos! 💪
PD. Tenía un jefe que siempre decía “elévate”, para que saliéramos del día a día, porque estaba convencido que nuestro valor estaba por encima de la rutina.